BUENOS AIRES EN 1855
Después de 23 años en el Gobierno, Rosas había sido derrotado en 1852 en la Batalla de Caseros. Autoexiliado, ahora vivía con su hija Manuelita en Southampton, Inglaterra. Urquiza ese año se instaló en el Palacio de Rosas, en Palermo, que quedaba por donde hoy está el Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires. Buenos Aires percibió el gobierno de Urquiza como una invasión entrerriana de su territorio. En Setiembre de 1852 viajó a Santa Fe, a reunirse con el Congreso para preparar la nueva Constitución Nacional. El 11 de Setiembre, aprovechando su ausencia, un golpe revolucionario comandado por los autonomistas (el país se dividía en nacionalistas y autonomistas) proclama a Buenos Aires como Estado Independiente y pone al frente del Poder Ejecutivo del nuevo Estado a Manuel Guillermo Pinto. El federalismo quedó proscripto en el nuevo Estado.
Buenos Aires no quiere nacionalizar sus aduanas
En 1854 se sancionó la Constitución del Estado de Buenos Aires. Se daba un período gobernativo de 4 años. Y se designó como Gobernador Constitucional a Pastor Obligado. En su Art. 1º decía: "Buenos Aires es un Estado con el libre ejercicio de su soberanía interior y exterior, mientras no la delegue expresamente en un Gobierno Federal..." El Estado tuvo sus propias relaciones diplomáticas con el extranjero.
(Click aquí para ver la Constitución del Estado de Buenos Ayres)
COMO SE VIVIA EN EL BUENOS AIRES DE 1855
Esta fue una época de transición, con las costumbres coloniales conviviendo con los avances de la era industrial. Urquiza tenía un sistema de aguas corrientes por tuberías en su Palacio de San José, en Entre Ríos. Pero lo normal era sacar agua del aljibe. Había una creciente clase burguesa porteña, de comerciantes, profesionales y militares. El 40% de la población de Bs. As. era de raza negra o mulatos, y la esclavitud no se aboliría hasta 1861. Las familias acostumbraban a hacer tertulias en sus casas, casi siempre desde la hora del té hasta la medianoche. Estaba de última moda el daguerrotipo, que se había estrenado en Montevideo hacía pocos años. Las familias de buena posición solían exhibir en el living de las casas un álbum con daguerrotipos, mostrando los mejores momentos de la familia. Se almorzaba y se dormía una siesta, y se cenaba con carbonadas criollas y asados a la parrilla. Las calles eran angostas y cuando llovía se convertían en arroyos. Estaban iluminadas con faroles a aceite de bagual; hasta 1856 no llegaría el alumbrado a gas. Para los casamientos se debía pedir autorización paterna y ofrecer siempre una dote. No había todavía registros civiles y todos los actos civiles se hacían por iglesia. Las mujeres no tenían prácticamente derechos civiles; igual que los menores de edad, dependían de los hombres del hogar. Un 45% de la población de Bs. As. eran analfabetos y un 50% extranjeros. La educación elemental era privada, y paga. La elite ilustrada de la ciudad leía en inglés y en francés. En 1855 había en Bs. As. 10 imprentas y 11 librerías. En ese año comienza a circular el Buenos Aires Herald, primer diario argentino en inglés. La Guerra de Crimea impuso entre los caballeros el uso de pantalones con motivos de la guerra estampados. Debido al alto nivel de remuneraciones que se pagaban en los trabajos de Buenos Aires, era raro ver pobres o mendigos y en general la gente andaba bien vestida.
"...No conozco nada parecido a la uniformidad de Buenos Aires, cortada en líneas rectas y dividida en "manzanas" iguales de 150 metros por lado...El mismo espíritu de uniformidad que ha regulado el ancho de las calles, preside la construcción de las casas: casi todas han sido edificadas sobre el mismo plano: un piso bajo con ventanas de hierro que dan sobre la calle; en la parte del frente generalmente un comercio, adentro un patio cuadrado al que se abren los departamentos interiores; luego un zaguán; a veces, un segundo o tercer patio. Estas series de patios, sombreados con parrales y árboles, forman un conjunto delicioso; sustraídos a los ruidos de la calle, iluminados por un cielo hermoso y cubiertos de flores, son dignos del retiro de un poeta. Cada una de estas casas tiene su azotea, donde, al atardecer, brillan constelaciones que harían eclipsar a la Cabellera de Berenice...."
"...La habitación de la familia argentina, como en todas las comarcas meridionales, está dispuesta de tal modo que resulta algo pobre para el europeo acostumbrado al lujo septentrional. piso de baldosa, paredes enjalbegadas, dos o tres sillas de madera, -de fábrica americana- una mesa y un espejo, nada más. Sin embargo, las familias más acomodadas se envanecen de poseer una sala cubierta con papeles de colores y sillones dispuestos contra la pared..."
"...Nada más gracioso, por otra parte, que el acogimiento expansivo, propio de las porteñas. Se acercan y tienden la mano, desde la primera visita, con las palabras más afectuosas: "Señor, mucho gusto de ver a usted. Esta casa está a su disposición. Le quedaremos muy agradecidos si viene a visitarnos con frecuencia". Terminados estos cumplimientos, sirven el mate, y la bombilla que uno se pone en los labios, pasa de boca en boca. Hay en el abandono y la franqueza de las gentes del país, costumbres más singulares todavía: en la segunda o tercer visita, se dará el caso de que una señorita corte con sus dedos un trozo de bizcochuelo con dulce, para ofrecerlo en la mano, y sin ninguna ceremonia, al visitante..."
Xavier Marmier, "Buenos Aires y Montevideo en 1850".
BUENOS AIRES TENIA LOS SALARIOS MAS ALTOS DE AMERICA LATINA Un visitante chileno en 1855 se asombraba de que los salarios pagados en Buenos Aires eran comparables a los que se recibían en California, en EEUU. Sin duda esto atrajo la inmigración europea que en esos años transformó la ciudad: en aquellos años la ciudad se llenó de italianos, suizos, franceses, alemanes y centroeuropeos, agregándose a los españoles, portugueses, ingleses y africanos que eran los extranjeros más comunes años atrás. El rápido progreso económico que producían los altos salarios creó un verdadero aluvión inmigratorio: a partir de 1855, más de 160.000 inmigrantes llegaron a las costas del Río de la Plata en pocos años
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La diversión de los porteños eran las riñas de gallos. Había una que funcionaba en Venezuela 162 y la temporada era de Mayo a Enero |
LA CIUDADANIA DEL ESTADO DE BUENOS AIRES SE SUSPENDIA POR "VAGO".
En el Artículo 12º de la Sección Segunda de la Constitución del Estado de Buenos Aires, dice:
"Art. 12º: Se suspenden los derechos de ciudadanía: 1º) Por el estado de deudor fallido. 2º) Por el de deudor al Tesoro Público que legalmente ejecutado por el pago, no cubre la deuda. 3º) Por el de demencia. 4º) Por vago. 5º) Por legalmente procesado en causa criminal, de que pueda resultar pena corporal e infamante. 6º) Por no inscripción en la Guardia Nacional.
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Esta era la Ciudad de Buenos Aires en 1855:
Esta área de población estaba delimitada por el Río de la Plata al Este, el Riachuelo al Sur, la Avda. Córdoba al Norte y al Oeste la Avda. Medrano, Boedo, y la Avda. Sáenz. Una ciudad que sería menos de la tercera parte de la de hoy.
Bueno, esto es lo que Buenos Aires tenía más o menos poblado en 1855. Y ésto es lo que reclamaba como propio en su Constitución del Estado de Buenos Aires en 1854:
Y TODO ESTO PASABA EN BUENOS AIRES EN 1855:
En la época en la que el Censo se estaba haciendo, las fronteras de Buenos Aires al Sur y al Oeste estaban limitadas por los indios Pampas y los Ranqueles. Había guarniciones de frontera custodiándolas por el peligro de malones. El 13 de Febrero de 1855 el cacique Calfucurá atacó la ciudad de Azul, llevándose 60 mil cabezas de ganado, 150 cautivas y dejando más 300 muertos. En marzo de 1855 el gobierno de la provincia había enviado una expedición militar hacia Azul al mando del coronel Bartolomé Mitre. Mientras acampaba en Sierra Chica la división fue cercada y diezmada por los lanceros del cacique Calfucurá. En Septiembre fue saqueado el pueblo de Puntas de Arroyo Tapalqué. En Octubre fue derrotado el Gral. Manuel Hornos por Calfucurá en el arroyo Tapalqué, y fueron saqueados los pueblos de Azul, Tandil, Cruz de Guerra, Junín, Melincué, Olavarría, Alvear, Bragado y Bahía Blanca. En Diciembre de 1855 el Cacique Catriel es derrotado por el Gral. Emilio Mitre en la batalla de Chapaleufú.
En el Puerto de Buenos Aires desembarcan, en 1855, inmigrantes de Bigorre, de los Altos Pireneos, Francia; todos trabajadores agrícolas, quienes contribuyen a fundar la colonia agrícola de Corrientes. |
TRATADO DE PAZ Y COMERCIO Se firma un Tratado de Paz y Comercio entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires. En él se deja asentado que la separación interina del nuevo Estado no altera las leyes de la Nación. Los firmantes de acuerdo son: Santiago Derqui, Ministro del Interior de la Confederación, y Juan Bautista Peña, representante del Estado de Bs. As. Se acuerda una mutua defensa de las fronteras contra los indios y el uso de la misma bandera para los buques de ambos estados firmantes. Se usará la misma bandera y el mismo escudo. |
En 1855 Sarmiento vuelve a Buenos Aires desde Chile. Es electo Concejal. Comienza una tarea de tendido de redes telegráficas y alambrados, por el desarrollo del ganado lanar. |
Mariquita Sánchez de Thompson (María Sánchez de Mendeville por entonces) le escribía en una carta a su hijo desde Montevideo: "Ayer hemos visto una maravilla, la ejecución del daguerrotipo es una cosa admirable. Imagínate una cámara obscura, en la que se coloca una plancha preparada con los ingredientes... Se pone en la dirección que quieres y a los seis minutos la sacan de allí encerrada de un modo que no se puede ver...la ponen en otra preparación con el termómetro para los grados de calor que son necesarios, y después de todas esas precauciones te ves la placha como si hubieras dibujado con lápiz negro, la vista que has tomado, con tal perfección, que sería imposible obtenerla de otros modos". |
En 1855 Valentín Alsina fundó el pueblo de Belgrano, que se llamaba entonces "La Calera de Rosas", por los depósitos de cal que había en sus suelos. La cal tenía gran demanda para blanquear el frente de las casas. |
TRANSPORTES RAPIDOS Y EFICIENTES:
DILIGENCIAS A TODOS LOS PUNTOS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
El español Juan Rusiñol y su socio Joaquín Fillol inauguran en 1853 la empresa de diligencias "Mensajerías Argentinas", con sede en el Estado de Buenos Aires. Aprovechan el auge de las carretas y barcos que llegan al Puerto de Buenos Aires después de Caseros y la caída de Rosas. Para 1855 los servicios eran de 3 diligencias diarias a distintos puntos, y llegaban hasta Rosario. Un asiento rondaba los 100 pesos promedio, pero también cobraban por legua, si iban a las provincias. En el cupé, 2 reales de plata por legua con opción a 1 ½ arroba de equipaje; en la rotonda, 1 real de plata y 3 cuartillos e igual peso de equipaje; en el carretón de equipajes había tres asientos para sirvientes o personas pobres que pagaban 1 real de plata por legua
Si alguien se pregunta qué es esto de los reales, aquí los tienen. Eran pesos. Pesos reales. El Estado de Buenos Ayres emitía monedas de cobre y de plata, con la antigua denominación española de "pesos reales". Un "cuartillo" equivalía a la cuarta parte de un real, o sea, era una moneda de 25 centavos. Era la moneda de Buenos Aires, y a pesar de no circular en la Confederación, era convertible.
LA NUEVA ADUANA Y EL MUELLE DE PASAJEROS.
Durante el gobierno de Pastor Obligado, en 1855, se demolió el Fuerte de Buenos Aires, que estaba situado sobre una barranca del río, entre Rivadavia y Victoria (Hipólito Irigoyen). En el mismo sitio se levanta la nueva Aduana, y se le extiende un muelle de pasajeros, que desemboca en sus puertas de entrada. El muelle se prolongaba hasta introducirse en el Río de la Plata. La aduana, llamada "Aduana de Taylor", por su ingeniero constructor, estaba sobre lo que hoy es la Plaza Colón, que es la parte posterior de la Casa Rosada, y está circundada por la Avda. de la Rábida.