HISTORIA DEL CENSO
EL MIERCOLES 17 DE OCTUBRE DE 1855 SE REALIZO EL CENSO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
En 1853, al formalizar Buenos Aires su calidad de Estado Autónomo, crea por decreto un Departamento de Estadística, destinado a elaborar los índices y magnitudes de diversos aspectos del Estado. Entre ellos, los censos de población. Los censos siempre han sido útiles a los gobiernos, especialmente en estado de conflictos bélicos, para saber con qué efectivos humanos contaban para enfrentar a otros estados beligerantes, además de tener una fotografía lo más exacta posible de la población sobre la que gobernaban.
En 1854 se realiza un censo de población de Buenos Aires y su campaña, siendo Jefe de la Mesa de Estadística Juan de Bernabé y Madero. Informan un resultado de 71.438 habitantes en la ciudad de Buenos Aires y 177.060 en lo censado en la campaña.
Al asumir como Jefe de la Mesa de Estadística, en 1854, Justo Maeso, cuestiona seriamente estas cifras y señala varias deficiencias importantes en su cálculo. tales como que no se han llegado a completar muchos datos o se han repetido otros muchos también. Maeso estimaba que la población de la ciudad podría ser tranquilamente el doble de lo censado, lo cual no era tampoco cierto, pero motivó a hacer un nuevo censo.
El nuevo Ministro de Gobierno, entonces, Valentín Alsina solicita a Maeso presupuestar y de ser posible, poner en acción un nuevo censo de población.
En Julio de 1855 se firma el decreto por el cual se pondrá en marcha el censo.
Se nombran Jefes de Registro Estadístico, o Comisionados, quienes, a cargo de los Jueces de Paz respectivos, llevarán a cabo la tarea censal. Deberán proveerse de intérpretes para poder hablar con los extranjeros, y proveerse de las libretas censales correspondientes. También deben llevar un "tintero portátil" o un lápiz para las anotaciones.
Los datos que se debían solicitar a la población eran:
1) Sus nombres completos, edades, nacionalidad y estado civil.
2) Quién era el "principal de la casa".
3) Los nombres de las personas que hubieran dormido la noche anterior al censo en la casa, así como de los inquilinos. Si alguien no hubiera dormido en la casa la noche anterior no se apunta su nombre, excepto que se trate de un sereno.
4) La relación de las personas de la casa con el principal del hogar, o sea, hijos, hijas, esposa, otros parentescos, domésticos, inquilinos, huéspedes, serenos, etc.
5) En los casos de edades dudosas, se ponía la que el comisionado considerase más exacta por la apariencia.
6) A la gente que tuviera más de 7 años de edad, se les preguntaría si sabían leer y escribir.
7) Se tomaría también la ciudad de nacimiento de cada uno, el país y de dónde era ciudadano.
8) A los extranjeros se les preguntaría cuántos años o meses hacía que estaban en el país.
9) A continuación, las ocupaciones de cada uno. A los militares se les pondría su graduación y el arma a la que pertenecían. A los niños, "estudiantes"; o "sin ocupación", si no estudiaban. A las mujeres, "señora de fortuna", "sin ocupación", "madre de familia" o "dueña de casa". A los empleados civiles, "empleado". A los comerciantes, si eran consignatarios, al por mayor, o al por menor. A los hombres sin ocupación se les preguntaría si tienen fincas, y entonces se los pondría como "propietarios". Si tenían estancias, "estancieros"; si tenían chacras o quintas, "labrador" o "agricultor". Si prestaban dinero, "rentista" o "prestamista". Las mujeres trabajadoras de casas públicas serían clasificadas como "prostitutas".
Por útimo, se recomendaba a los censistas, "la mayor moderación posible en el desempeño de las operaciones del censo, haciendo uso de todos los medios conciliatorios que estuvieran a sus alcances, a fin de llevar a buen término el trabajo que se les encomienda; no olvidando que en caso necesario, pueden recurrir a los alcaldes y tenientes para hacer respetar su autoridad".